Las empresas familiares son una parte fundamental del tejido empresarial en muchos países. Sin embargo, estas empresas enfrentan desafíos únicos en comparación con las empresas no familiares, especialmente cuando se trata de formalidad organizacional.
La formalidad organizacional se refiere a la estructura formal de una empresa, incluyendo sus políticas, procedimientos, jerarquía y sistemas de gestión. La formalidad es importante para las empresas porque ayuda a establecer expectativas claras, reduce la ambigüedad y promueve la eficiencia. Las empresas familiares a menudo carecen de esta formalidad, lo que puede dificultar su crecimiento y éxito a largo plazo.
La transformación de empresas familiares hacia la formalidad organizacional puede ser un proceso difícil y complicado, pero es necesario para que estas empresas puedan competir y sobrevivir en un entorno empresarial cada vez más competitivo.
La primera etapa en la transformación de una empresa familiar hacia la formalidad organizacional es reconocer la necesidad de cambio. Esto puede ser difícil para muchas empresas familiares, ya que a menudo tienen una cultura arraigada y una historia de éxito basada en decisiones informales y una gestión más relajada. Sin embargo, si una empresa familiar quiere crecer y expandirse, debe estar dispuesta a adoptar cambios en su cultura y estructura.
Una vez que se reconoce la necesidad de cambio, la empresa familiar debe crear un plan de acción para implementar la formalidad organizacional. Esto implica establecer políticas y procedimientos claros, establecer una jerarquía clara de autoridad y responsabilidad, y crear sistemas de gestión eficientes para apoyar el crecimiento y la expansión de la empresa.
Es importante involucrar a todos los miembros de la empresa familiar en el proceso de transformación, ya que esto puede ayudar a asegurar que todos estén en la misma página y comprometidos con el éxito de la empresa.
Otro aspecto importante de la transformación de una empresa familiar hacia la formalidad organizacional es la contratación de personal externo. A menudo, las empresas familiares dependen de la familia para todas las decisiones y roles clave en la empresa, lo que puede limitar su capacidad para crecer y expandirse. Al contratar personal externo, la empresa familiar puede traer nuevas habilidades y perspectivas a la empresa, lo que puede ayudar a la empresa a adaptarse y crecer en un entorno empresarial cambiante.